En el Día del Maestro, tres alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación recuerdan al profesor del colegio que, por su especial forma de enseñar, influyó en su decisión para estudiar docencia.
Por Tania Elías. 06 julio, 2017.La literatura era interesante, pero para muchas de sus compañeras de clase, era tediosa, hasta que la miss Shirley Morante, con su dinamismo, le dio el toque de diversión. “Nos llevaba bingos, era muy alegre, tenía distintas actividades para enseñarnos. Veía nuevas formas para que, a todos, incluso al que no entendía, nos guste la lectura”, dice Patricia Yarlequé Ipanaqué, alumna del noveno ciclo de la especialidad Primaria, de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura.
Patricia recuerda a esta profesora. A lo que aprendió de ella y de su padre (un maestro estatal), suma hoy las enseñanzas que recibe en la Universidad de Piura. Cuando entra a un aula de colegio, a hacer sus prácticas, tiene claro que no hay satisfacción más grande que pensar en los estudiantes, en su futuro. “Cada niño te motiva, cada uno es distinto y hay que pensar en eso para ayudarlos a desarrollar como personas”, refiere.
José Armando Meléndrez Guerrero, del tercer ciclo de Educación Primaria, recuerda a su profesora de Comunicación, Janeth Huallpa: “siempre mantenía su nivel de seriedad, pero cada vez que llegaba a clase, venía con algo nuevo. De acuerdo al tema, lo dramatizaba y así nos motivaba. Además, si no cumplías los trabajos siempre estaba al pendiente, no para regañarte sino para saber qué había pasado”, menciona.
De 300 alumnos de su colegio, solo 2 estudian Educación. “Es lo mejor que pude elegir. Me gusta el arte, los números, las letras y es una carrera que me permite ir en todos esos ámbitos”, dice. Define al maestro como guía y ejemplo, una luz, para los niños y adolescentes que forma: “tiene que hacer crecer a la persona y para eso debe prepararse mucho. Si te gusta enseñar, en cierta forma te están pagando por divertirte. Debes capacitarte para cumplir con tu labor”, considera.
Dos maestras son las que recuerda Patricia Curay Sánchez, alumna del quinto ciclo de la especialidad de Inicial. Llamaron su atención, en el colegio las profesoras de Historia, Yuta Martínez y Fátima Aparicio: “podía ver que eran distintas al resto de profesores, y sentías su vocación. Tienen una forma diferente de enseñar. Aman lo que hacen y se notaba en la forma en que nos relataban los hechos”, comenta.
En este ciclo, Patricia ya ha tenido acercamiento con alumnos y es consciente de la importancia de la Educación y del docente: “Formando al niño tienes en tus manos el futuro, le enseñas a que se incluya en la sociedad, que pertenezca a un grupo, que sea obediente, que siga las normas”, expresa. “Eso hace el buen maestro: pone su empeño y dedicación en esta labor”, remarcó.
Con ocasión del Día del Maestro, el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación, Mgtr. Camilo García, se reunió con los alumnos de las distintas especialidades y les recordó la importancia de prepararse para el trabajo que desempeñarán en el futuro, como artífices y generadores del cambio.